El Neuronavegador es un equipamiento de última generación que permite realizar cirugías con alto nivel de precisión. Sustituye a la técnica tradicional de la estereotaxia, derivado del griego estéreo: “tridimensional” y taxia: “arreglo, disposición, lugar, orden”. El gran avance y la sofisticación técnica y tecnológica ha permitido desarrollar sistemas que no necesitan del uso del marco estereotáxico que se fijen al cráneo, los cuales se denominan neuronavegadores o técnicas estereotáxicas sin marco o guía estereotáxica («frameless stereotaxy»). Su nombre se debe a que ayudan al neurocirujano a conocer dónde está en cada momento, ya que aportan una mayor cantidad de referencias anatómicas intraoperatorias en tiempo real, aportando numerosas ventajas y manteniendo el mismo nivel de fiabilidad.

El equipo está compuesto por una computadora, que analiza las imágenes preoperatorias de resonancia magnética (RMN) y la tomografía (TAC) del paciente, unas cámaras de infrarrojos que detectan los instrumentos en el espacio y su relación entre ellos, y pinzas o instrumental especial con sensores que informan su posición cuando son introducidos en el campo de las cámaras. El neuronavegador reconstruye en forma tridimensional (3D) las imágenes del paciente, posibilita su fusión y su manipulación en 3-D, que luego emplea como guía durante la cirugía. La computadora procesa la información y la traduce en tiempo real en las imágenes que aparecen en la pantalla, indicando la localización real en el campo quirúrgico con un margen de error de alrededor de 1 milímetro. Comparable con los sistemas de GPS utilizados en navegación.

Indicaciones

  • Exéresis de tumores cerebrales, cirugía transesphenoidal, lesiones pequeñas y profundas.
  • Biopsia estereotáxica de lesiones cerebrales sin marco.
  • Cirugía de epilepsia.
  • Colocación de catéteres o electrodos.
  • Drenajes de abscesos cerebrales, etc.
  • Instrumentación y fijación de columna.

Ventajas

  • Abordajes más pequeños, incisiones lineales, con menores complicaciones y molestias postoperatorias. Menor defecto cosmético.
  • Craneotomías (apertura del cráneo) centradas con exactitud, incluso de menor tamaño que la lesión.
  • Menor tiempo quirúrgico, menor número de complicaciones postquirúrgicas de la herida (infecciones, fístulas, etc.), corta estancia hospitalaria.
  • Capacidad de encontrar lesiones de tamaño milimétrico. Útil para elegir la mejor ruta de abordaje a la lesión.
  • Menor riesgo para las zonas de importancia funcional proporcionando una mayor seguridad en las resecciones. Menor riesgo de secuelas.
  • Mayor radicalidad en las resecciones, facilita la identificación de los límites tumorales y el control final de la masa de tumor extirpada.
  • Mayor seguridad y mínimo uso de rayos X en cirugías que lo pueden precisar (cirugía transesfenoidal de la hipófisis, cirugía de columna).