Por Dr. Juan José Paz

Desde hace varias décadas se conoce la importancia que tienen las propiedades antioxidantes de las infusiones como el café, el té y la yerba mate para proteger las células de nuestro cuerpo en general y las neuronas en particular. En el caso de la Yerba Mate, cuyo nombre científico es “Ilex paraguariensis”, tiene dos componentes neuroprotectores importantes: la Theobromina y el Ácido Clorogénico.

En el año 2015, neurocientíficos del Conicet y de la UBA liderados por la Dra Emilia Gatto investigaron la asociación entre el consumo de yerba mate y la enfermedad de Parkinson (fig 1). ¿Cómo fue este estudio? Se utilizó la metodología analítica observacional de Casos y Controles. Esto es, analizar dos grupos: uno con personas que padecen EP, que serían los casos; y el otro, con personas sanas, los controles. Realizaron encuestas sobre la forma y cantidad de consumo de Yerba Mate en ambos grupos.

Figura 1: Estudio de asociación de consumo de mate y enfermedad de Parkinson del equipo de Emilia Gatto

Los resultados que obtuvieron a partir de las encuestas fueron muy interesantes. Encontraron que el consumo prolongado de más de medio litro de mate por día está asociado a una menor posibilidad de tener EP. Es decir que existe una asociación inversa entre el consumo de yerba mate y la prevalencia de la EP.

Ahora, ¿Ésto quiere decir que existe una relación de causa y efecto entre no consumir mate y la aparición de EP? Pues no. Esto quiere decir que hay una asociación pero no una causalidad. Para ellos es necesario realizar otros tipos de estudios clínicos experimentales que permitan analizar el efecto neuroprotector de la yerba mate. Por el momento no existen estudios que permitan evaluar el impacto neuroprotector de la yerba mate como terapia modificadora de la EP.

Sin embargo, ante éstos hallazgos importantes, el grupo continuó investigando en el laboratorio del Dr Juan Ferrario (fig2). El estudio consistió en analizar las propiedades neuroprotectores de la Yerba Mate en cultivos de neuronas dopaminérgicas (que son las que se mueren en la EP) programadas para morir espontáneamente en el periodo de 2 semanas.

Figura 2: Estudio de Laboratorio

Se formaron dos grupos, a uno se lo expuso a los compuestos de la yerba mate y al otro nada, porque fue el control. Los resultados fueron sorprendentes. Las neuronas expuestas a los extractos de yerba mate tuvieron una mayor supervivencia proporcional a la concentración de los mismos (fig 3). Además, éstas neuronas presentaron una mayor longitud y ramificación de sus axones, lo que significa una mejor calidad celular para las conexiones (fig 4)

Figura 3: A mayor concentración de Yerba Mate, mayor supervivencia de las neuronas

Figura 4: Mayor longitud y ramificación de los axones en las neuronas con yerba mate (YM)

Estos estudios mostraron un gran avance en el conocimiento de los efectos neuroprotectores de la yerba mate que puede ayudar a evitar el desarrollo de la EP. Pero, hasta el momento no se puede asegurar con certezas que el consumo prolongado y de más de medio litro por día pueda evitar la aparición de la enfermedad, ya que la misma se debe a muchos factores e involucra a genes, al ambiente y a lo que hacemos con nuestras vidas. Mientras avanzan los estudios de la yerba mate en la neuroprotección, no desaprovechemos la oportunidad de compartir unos mates con la gente querida.