¿Por qué no hay cirugías programadas durante la pandemia?
Podríamos empezar por la conclusión: Porque es un riesgo innecesario para el paciente. Tan sencillo y claro como eso. Ahora en los próximos párrafos trataremos de explicarlo detalladamente.
Tal vez a usted se le ha suspendido una cirugía programada ya pactada con anterioridad, o tiene los estudios preoperatorios completos y su cirujano le dijo que por ahora no la va a programar, o no encuentra turnos para mostrar o hacerse esos estudios preoperatorios. Seguramente le causa eso problemas, inconvenientes y el lógico temor de tener una patología quirúrgica que tal vez en este período especial pueda complicarse (una litiasis vesicular se puede hacer colecistitis, una hernia atascarse, etc.)
Tenemos que saber que en esta epidemia lo peor no ha pasado, está por venir, y se necesitan la mayor cantidad de recursos físicos y humanos disponibles para atenderla, pero además se espera la máxima circulación del Coronavirus en la población en las próximas dos semanas, eso significa que cualquier persona con la que se cruce puede tener el germen, al salir a la calle, tomar un transporte público (ómnibus, taxi, etc), al encontrarse con gente en cualquier ámbito, es por ello que las medidas que se implementaron desde el Ministerio de Salud de la Nación es la de cuarentena con un aislamiento social activo.
Siempre cuando hacemos un determinado procedimiento quirúrgico, los cirujanos ponemos en una balanza imaginaria los riesgos de hacerla versus los riesgos de no hacerla. Si operar es más riesgoso no se hace, y si no operarse lo pone a su salud en peligro, la cirugía se realiza. Hoy el riesgo cierto de que se contagie de la enfermedad por el solo hecho de abandonar la cuarentena es grande, pero también debemos saber que la cirugía que se le realice puede dejarlo en desventaja si en las siguientes semanas se contagia con coronavirus u otro virus respiratorio. Lo que mucha gente no conoce es que muchas cirugías (aún las que no son en el tórax ni en el sistema respiratorio) afectan la capacidad respiratoria en forma transitoria.
Así por ejemplo, cualquier cirugía que se realice por vía laparoscópica (una vesícula, una hernia, un quiste de ovario, por citar las mas frecuentes), da una restricción respiratoria de entre 15 y 30% que dura durante algunas semanas, aunque sea por dolor. Si bien en situaciones normales lo soportamos perfectamente, si tenemos una infección respiratoria potencialmente grave como el coronavirus le quita defensas naturales contra ella, tornando el riesgo en inaceptable e injustificable.
Si su cirugía es programada, el aumento del riesgo para usted está dado porque aumenta su tasa de contagio, al ir en transporte a la institución, encontrarse en la misma con gente en espacios reducidos (por eso verá en nuestra clínica una toma de temperatura y sanitizar sus manos y objetos al ingresar, para disminuir el riesgo), y al irse a casa, su capacidad respiratoria estará momentáneamente disminuida que complicará seguramente cualquier infección respiratoria que tenga.
Y si usted estuviera enferma (obviamente sin saberlo) y se somete a esa cirugía su enfermedad se complicará adquiriendo un pronóstico más grave, y además contagiará casi indefectiblemente a todo el personal de quirófano, su cirujano, su/sus ayudantes, el anestesiólogo, el cardiólogo, la enfermera, la instrumentadora, la circular, y probablemente al camillero, a la empleada de internación, la de limpieza, las enfermeras de piso… etc, dejando a todo ese personal sin poder atender a los enfermos, justo cuando más se lo va a necesitar, tal vez usted, tal vez un ser querido, o hasta ese vecino del frente con el que casi no se habla… Es por ello que las principales autoridades y sociedades científicas han desaconsejado la realización de cirugías programadas como el Ministerio de Salud de la Nación, la Asocación Argentina de Cirugía, la Asociación de Anestesistas, etc. Se trata de preservar al paciente y al sistema de salud.
Es lógico que aún con riesgo de infección algunas cirugías se siguen haciendo, porque la gravedad de la misma supera con mucho a la posibilidad de contagio de coronavirus, como una simple apendicitis, una cirugía oncológica, un traumatismo grave, un by pass cardíaco… y en todas ellas la balanza entre los riesgos y beneficios que obtenemos con la cirugía se analiza detenidamente.
Sabemos que le ocasiona trastornos, si su cirugía puede esperar, este es el momento para dejar pasar el tiempo hasta que sea menos riesgoso hacerla. Seguramente se verá pronto con su cirujano y su cirugía saldrá perfecta, por ahora QUEDESE EN CASA.
Prof. Dr. Miguel Ángel Noguera
Esp. Cirugía Torácica
Esp. Cirugía General
Jefe Cirugía Hosp. Kirchner