El Departamento de Neurociencias de Clínica Mayo rinde homenaje a la trayectoria y al genio del Dr. Juan Dalma, como un aporte a la ciencia y cultura tucumana.
Destacado médico Neurocientífico y Neuropsiquiatra (1895-1977) cuyo legado perdura como un faro de inspiración en la integración del conocimiento científico, la compasión humana y la búsqueda incansable de la verdad. Desde sus contribuciones en Biomedicina hasta su defensa de los derechos de los animales, Dalma se destacó como un verdadero renacentista, cuya visión universal sigue iluminando el camino hacia un futuro más comprensivo y solidario.
El Dr. Dalma nació el 18 de junio de 1895 en Fiume, (entonces parte del Imperio Austro-Húngaro). Su trayectoria se distinguió por su brillantez como investigador en Biomedicina, profesor, humanista y defensor de la integración entre ciencias, filosofía y artes. Tras establecerse en San Miguel de Tucumán, Argentina, en 1948, Dalma dejó una huella indeleble en la comunidad científica y académica. Su vida llegó a un trágico final el 20 de octubre de 1977, tres días después de un accidente automovilístico.
Formado en Medicina en Viena, Budapest y la Universidad de Padua, donde obtuvo su doctorado con honores en 1920, Dalma continuó sus estudios de posgrado en Psiquiatría en Francia, Alemania e Italia. Durante este tiempo, colaboró con destacados científicos en diversas investigaciones pioneras. En Fiume, fundó y dirigió el Hospital Psiquiátrico, estableciendo uno de los primeros servicios psiquiátricos en un hospital general.
Su trayectoria profesional lo llevó a desempeñar un papel crucial en la salud pública en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, supervisando hospitales y participando en proyectos de saneamiento. Posteriormente, continuó su labor en el Ministerio de Salud Pública en Roma, asesorando al gobierno y participando en misiones diplomáticas.
En 1948, Dalma fue contratado por la Universidad Nacional de Tucumán como asesor cultural y primer director de la Escuela de Medicina, que luego se convirtió en la Facultad de Medicina en 1951. Durante su gestión, desarrolló un plan de estudios innovador, enfocado en las ciencias básicas, la medicina regional y los aspectos psíquicos de la personalidad humana. Además, fundó la Revista de la Facultad de Medicina de Tucumán.
Dalma hizo importantes contribuciones en diversas disciplinas, desde Neurofisiología hasta Literatura, y mostró un profundo interés en el bienestar animal, oponiéndose a la vivisección y considerando a los animales como compañeros. Recibió numerosas distinciones honorarias por su destacada labor, incluyendo la Medalla del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y designaciones como Miembro de Honor en diversas sociedades científicas.
Su enfoque interdisciplinario y su visión universal lo llevaron a integrar el psicoanálisis de Freud con las Neurociencias y a abordar cuestiones sociológicas y ambientales de relevancia contemporánea. Su legado, tanto científico como humanitario, se preserva en el Centro de Estudios Juan Dalma, establecido en 2008 gracias a la generosa donación de su esposa, María Paola Urso.
Las palabras de sus contemporáneos, como Héctor Warnes e Isaac Freidenberg, destacan su erudición, creatividad y generosidad, estableciéndolo como un símbolo del pensador multidisciplinario y humanista comprometido con el avance del conocimiento y el bienestar de la humanidad.